¡Que vienen los romanos!
Hispania
Fue el nombre dado por los romanos a la península Ibérica. Se trata de un nombre latino, que nada tiene que ver con Iberia (griego), y así era denominada por los escritores, geógrafos y gobernantes romanos.
El término proviene de la denominación que los fenicios dieron a la Península Ibérica (Spania), que significa país escondido y remoto. Otra versión plantea que el nombre proviene del término fenicio Ishphanim, nombre con el que los fenicios denominaban al conejo, muy abundante en la península.
Hispania adquiere protagonismo militar a raíz de las guerras púnicas, entre cartagineses y romanos, y que terminaron con el triunfo de Roma. A partir de aquí, se convirtió para Roma en un punto estratégico muy importante, tanto militar, como político y, sobre todo, económico. Su riqueza minera, su rica agricultura y ganadería, y la posibilidad de convertir a su importante población en esclavos o guerreros, la convirtieron en el eje de la política romana en el Mediterráneo occidental. Esto explicaría el largo y duro proceso de conquista, el establecimiento de una fuerte administración, así como un importante proceso de aculturación.
Hispania se convirtió en uno de los lugares más romanizados del Imperio, con importantes redes urbanas, calzadas y centros proveedores de materias primas y de tributos. De Hispania fueron importantes pensadores (Séneca) y emperadores (Adriano y Trajano). Los romanos dejaron la idea de Hispania como unidad política y referente geográfico. Tras la caída de Roma, el territorio va a ser gobernadas por los visigodos, logrando una integridad territorial y política, que será referente para los reinos cristianos medievales.
La conquista
En el siglo III a. C. Roma y Cartago pugnaban por el Mediterráneo Occidental. En el 219 a.C. Aníbal, militar cartaginés, atacó Sagunto (aliada de Roma). Los romanos consideraron roto el Tratado del Ebro iniciándose la II Guerra Púnica (218-206a.C) y la ocupación romana de la península.
Etapas de la conquista de la Península por Roma.
- Ocupación del litoral mediterráneo y los valles del Guadalquivir y Ebro (218-170 a.C.). En el 218 desembarcan en Ampurias. En el 209 Escipión el Africano, toma Cartago Nova y en el 206 Gades. Los abusos tributarios causan revueltas indígenas que son sofocadas con dureza por el cónsul Catón.
- Penetración en la Meseta (154-133 a. de C).Hallaron gran resistencia indígena: guerras lusitanas, dirigidas por Viriato usando táctica de guerrillas. Será asesinado por orden de Roma, lo que pondrá fin a las guerras lusitanas. Las guerras celtibéricas, con la heroica resistencia de Numancia, asediada por Escipión el Emiliano hasta su rendición en el 133. En el 123 se conquistan las Baleares, pero las guerras civiles que asolan Roma., frenan la conquista.
- Las guerras contra cántabros,astures y galaicos (29-19 a. de C): la resistencia de estos pueblos indígenas, poco acostumbrados a extranjeros, fue tan fuerte que obligó a Augusto a acudir en persona. Finalmente fueron sometidos y reducidos a la esclavitud en las minas.
La romanización
Proceso mediante el cual los pueblos sometidos asimilan las estructuras políticas, sociales, económicas y culturales e ideológicas de Roma. La Península no quedó exenta de este proceso, siendo este más fuerte en el Sur (Bética) que en el Norte, y más en el Este que en el Oeste.
Desde el primer momento de la conquista Roma inicia el proceso de asimilación del territorio hispano, a partir de la imposición de un orden político y administrativo, que integraba a Hispania en la órbita imperialista romana.
En el 197 se produce la primera división administrativa de la Península, apareciendo dos provincias: la Citerior y la Ulterior. Reformas posteriores cambiaron el mapa, convirtiendo en cada vez más efectiva la dominación de la Península mediante la complicación del sistema de administración fundamentado en la provincia.
Los factores de los que se vale Roma para la romanización son:
1. El ejército, que permitía tener acceso a la propiedad y asentarse en tierras de Hispania a los soldados licenciados. El ejército constituye una presencia constante, y los indígenas participan en el como tropas auxiliares.
2. Las ciudades. Son la célula fundamental de la romanización, al constituirse en el centro político y económico del territorio que las rodea. Roma establece distinciones con las ciudades que caen en su órbita según el grado de "amistad" que la une con ellas; así podemos ver:
Desde el primer momento de la conquista Roma inicia el proceso de asimilación del territorio hispano, a partir de la imposición de un orden político y administrativo, que integraba a Hispania en la órbita imperialista romana.
En el 197 se produce la primera división administrativa de la Península, apareciendo dos provincias: la Citerior y la Ulterior. Reformas posteriores cambiaron el mapa, convirtiendo en cada vez más efectiva la dominación de la Península mediante la complicación del sistema de administración fundamentado en la provincia.
Los factores de los que se vale Roma para la romanización son:
1. El ejército, que permitía tener acceso a la propiedad y asentarse en tierras de Hispania a los soldados licenciados. El ejército constituye una presencia constante, y los indígenas participan en el como tropas auxiliares.
2. Las ciudades. Son la célula fundamental de la romanización, al constituirse en el centro político y económico del territorio que las rodea. Roma establece distinciones con las ciudades que caen en su órbita según el grado de "amistad" que la une con ellas; así podemos ver:
Ciudades Federadas: aquellas que ya tenían unas relaciones con Roma antes de la invasión. En el caso hispánico, sólo encontramos a Tarraco, Rosas y Ampurias. Están libres de impuestos y mantienen tal cual su sistema de administración, al que se superpone el romano.
Ciudades estipendiarías: Deben pagar un impuesto para poder seguir administrándose de forma autónoma, como antes de la conquista.
Colonias: Fundadas por ciudadanos romanos o latinos, muchas de ellas a partir de un campamento militar previo (Híspalis, Itálica, Legio...)
Municipios: Comunidades indígenas, a las que Roma otorga el Derecho de ciudadanía (romano o latino)
3. La lengua. Se convierte en vehículo de comunicación único e indispensable. El latín se impone como lengua oficial en todos los ámbitos de la administración, y poco a poco, en la vida diaria. Mezclada con las lenguas indígenas dará lugar a las llamadas lenguas romances.
4. La red viaria (calzadas). Aglutina a los pueblos y los acerca. Es el medio por el cual se desplazan las tropas que mantienen la paz. Es también el camino de intercambios comerciales. Todas las calzadas parten de ciudades como centro del territorio, y comunican con la vía augusta que llega hasta Roma.
5. El Derecho Romano, única ley en todo el imperio, unifica los territorios, a efectos legales, contribuyendo a la unificación. En el año 212 el Emperador Caracalla concede la ciudadanía romana a todo el Imperio, lo que lleva implícito una serie de Derechos que podemos dividir en: Derecho Público, que otorga el derecho a voto, a ocupar cargos públicos, a apelar en juicios. Derecho Privado, que implica el derecho de propiedad, y el matrimonio legítimo. Ambos tipos de derecho llevan consigo obligaciones como la de censarse y contribuir a la defensa con las armas.
6. La economía: Las bases económicas de Hispania se asentaron en la llamada "trilogía mediterránea" (cereales, vid, olivo); con el fin de ser exportada a la metrópoli (economía colonial...). Se introdujeron nuevos sistemas de cultivo, tales como la rotación de bienal. Se impulsaron los regadíos con obras públicas. También se pusieron en explotación los recursos minerales. Todo ello fundamentado en el trabajo de la mano de obra esclava (economía esclavista).
7. La forma de organización social: que reproduce literalmente la estructura social romana, por la que se debilitan o desaparecen las estructuras de la sociedad indígena. Se impone pues, una sociedad jerarquizada y esclavista.
8. La religión, antes de la llegada del cristianismo, es la misma que para el resto del Imperio, es decir, un politeísmo dentro del cual se incluye la adoración a la figura del Emperador. Con la llegada del cristianismo se produce una unificación doctrinal que, a la larga constituirá el germen de la destrucción del sistema de creencias de Roma.
La pervivencia del legado cultural romano en la cultura hispánica
La conquista romana de la Península intensificó el proceso de romanización, es decir la asimilación de la cultura y las formas de vida romanas por parte de los pueblos conquistados, hay que señalar que fue un proceso desigual, que se llevó a cabo por distintos cauces: La extensión de la vida urbana, el asentamiento de ciudadanos romanos, la inclusión en el ejército de tropas peninsulares y la concesión de la ciudadanía romana a los indígenas.
Este proceso dejó un importante legado cultural. El latín desplazó a las lenguas vernáculas y facilitó la aportación literaria hispana a la cultura latina con autores como: Séneca, Lucano, Quintiliano y Marcial.
Además con el latín penetro el derecho romano, que reguló las relaciones entre los habitantes del Imperio y el estado. Este derecho será sólo modificado en parte durante la Edad media. Actualmente el derecho moderno se basa en muchos de los principios del derecho romano.
Además los romanos impusieron también sus cultos religiosos, que se simultanearon con los indígenas. Cuando en el año 380, el emperador de origen hispano Teodosio impuso el cristianismo como única religión oficial, la Iglesia de Hispania se reorganizó. A finales del siglo IV una parte considerable de la sociedad hispana era cristiana.
Desde el punto de vista artístico la conquista aportó una huella perdurable, sobre todo en la arquitectura y las obras públicas.
Para saber más sobre el legado cultural
Enterramientos romanos también han dejado su huella en la zona hispánica sobresaliendo la tumba de los Escipiones, que constituye uno de los mejores sepulcros conservados en la Hispania romana y que se encuentra cerca de Tarragona.
Por último cabe destacar la presencia de numerosos mosaicos, de los que hay bellísimas muestras en Castilla y León (La Olmeda y Almenara), en Tarragona y en Itálica.
En definitiva ¿Qué le debemos a los romanos?
Para saber más sobre el legado cultural
El arte romano en Hispania
La fuerte organización y personalidad del Imperio Romano exige un arte y una arquitectura que aúne el carácter funcional con el propagandístico. De esta forma nace un arte muy centralizado y unitario que abarca todo el imperio, no sólo Roma sino, en mayor o menor medida, a todas su provincias.
La fuerte organización y personalidad del Imperio Romano exige un arte y una arquitectura que aúne el carácter funcional con el propagandístico. De esta forma nace un arte muy centralizado y unitario que abarca todo el imperio, no sólo Roma sino, en mayor o menor medida, a todas su provincias.
No cabe duda que el arte romano es la manifestación artística más significativa de la historia del mundo occidental, ya que su influencia nunca se ha dejado percibir a lo largo de los muchos siglos desde su desaparición en toda Europa. No ha habido momento histórico que no haya sufrido en mayor o menor medida su influencia.
En cuanto a su arquitectura, se produjo un importante auge de las ciudades que eran el centro del poder romano. Dada la necesidad del pueblo de divertirse se crearon varios tipos de edificios públicos destinados al entretenimiento. Entre los edificios de creación romana destacan:
- Anfiteatro: era un edificio en el que se desarrollaban grandes espectáculos entre gladiadores, así como juegos de cazas de fieras batallas navales.
- Circo: edificio público destinado a la celebración de carreras de caballos, así como simulaciones de batallas y cacerías de fieras.
- Teatro: constaba de un graderío semicircular escalonado (cavea), que rodeaba la orchestra, frente a la cavea se encontraba la scena (escenario), cerrada por un muro elevado, el cual tenía tres puertas por donde salían y entraban los actores y decorado con estatuas, nichos, etc.
También existían una gran abundancia de obras públicas, tales como: acueductos (acueducto de Segovia), puentes (Alcántara, Mérida), murallas (muralla romana de Lugo y León) y termas, baños destinados al aseo personal.
Enterramientos romanos también han dejado su huella en la zona hispánica sobresaliendo la tumba de los Escipiones, que constituye uno de los mejores sepulcros conservados en la Hispania romana y que se encuentra cerca de Tarragona.
Torre de los Escipiones (Tarragona) |
Edificios conmemorativos como arcos de triunfo, que en España se encuentran en Bará, Tarragona, Caparra, en lCáceres y el de Medinaceli en Soria.
Arco de Caparra (Cáceres) |
Arco de Medinaceli (Soria) |
Por último cabe destacar la presencia de numerosos mosaicos, de los que hay bellísimas muestras en Castilla y León (La Olmeda y Almenara), en Tarragona y en Itálica.
Mosaico de Almenara de Adaja (Valladolid) |
En definitiva ¿Qué le debemos a los romanos?
Uy ! pero si el que aparece en el vídeo de la segunda guerra púnica es Julio Mangas Manjarrés, íntimo amigo de mi padre y catedrático de la universidad complutense de Madrid. Un hombre inteligente y buenísima persona ... :)
ResponderEliminarEste fin de semana he ido a visitar a mis familiares a Galicia y se dio la casualidad de que fuimos a Lugo a las fiestas de San Froilan.
ResponderEliminarAlli, en "Lucus Augusti" , vi por primera vez la famosa muralla romana de la que hemos hablado en la romanización. En realidad la habia visto más veces, pero no me habia fijado en ella hasta el sabado.
Tengo que decir que al natural es mejor que en fotos. Sorprende que hayan pasado tantos años y que aun siga ahi, usandose. Aun asi aproveche y le saque alguna.
Aqui dejo una https://docs.google.com/file/d/0B5ZLzLV1Qm1XSFdVUGs3bl84YUU/edit?usp=sharing .