A finales de 1935 estallaron varios escándalos
financieros en el entorno del gobierno de Lerruox, como el del estraperlo, que
rompieron la alianza entre los radicales y la CEDA. El gobierno entró en crisis
y el presidente Alcalá Zamora convocó nuevas elecciones para febrero de 1936.
Ante las nuevas elecciones las posiciones políticas se
radicalizaron. Con el pretexto del peligro de una revolución marxista, la
extrema derecha se organiza en torno a José Calvo Sotelo, fundador del monárquico
Bloque Nacional, con un programa totalitario de corte abiertamente fascista. En
contrapartida, Largo Caballero empujaba a la UGT y al PSOE hacia posiciones
cada vez más radicales, muy próximas a las de los comunistas, defendiendo la
necesidad de una revolución obrera.