martes, 15 de febrero de 2011

Tema 9. El Siglo XVIII

III. La práctica del Despotismo ilustrado: Carlos III. Las obras públicas: el canal de Castilla

A. Carlos III: luces y sombras de un monarca ilustrado

 El Despotismo ilustrado es una forma de gobierno, vinculada a ciertas monarquías europeas del siglo XVIII, en la que los reyes, sin renunciar a su condición de soberanos absolutos, trataron de aplicar determinadas medidas “ilustradas”, de corte reformista, surgidas precisamente en esa centuria, denominada genéricamente Siglo de las Luces ó  Ilustración.
Durante éste siglo, numerosos soberanos de Europa defendieron una práctica ilustrada del poder, intentando proyectar en sus actuaciones el rey-filósofo del que hablaban Voltaire y otros pensadores de la Ilustración. Todos los monarcas ilustrados intentaron impulsar, en alguna medida, reformas en distintas áreas (educación, justicia, agricultura, libertad de prensa o tolerancia religiosa). En algunos casos, como en España, la resistencia de los privilegiados, especialmente la iglesia, hábil manipuladora del pueblo llano, impidieron que las reformas llegasen a buen puerto. ¡Con la iglesia hemos topado!



Esto es lo que proponen los ilustrados y pretende el rey, pero sin renunciar ni por un momento a los privilegios que supone el absolutismo. ¡Faltaría más!
Claro que el disfrute del poder resulta a veces un poco triste.  El rey se siente solo, aunque esté rodeado de gente, para ver ¡cómo clava una cucharilla en un huevo! Mirad, mirad



Rodeado de importantes políticos ilustrados, Carlos III intentó llevar a cabo numerosas reformas, unas tuvieron éxito, las menos, y otras fracasaron, las más, debido al profundo rechazo de la nobleza y, sobre todo, de la iglesia. En unas circunstancias de crisis agraria, hambre y menurias, la desesperación de la gente fue utilizada como fuerza de choque frente a los reformistas.

Es el caso del marqués de Esquilache, secretario de Carlos III, venido con el desde Italia. Intentó tomar medidas económicas de contención del gasto, frenar la corrupción, y cambiar la moda en el vestir, sustituyendo la capa larga y el sombrero de ala por la capa corta y el sombrero de tres picos... y le sacaron cantares...



...y si les dejan... le sacan los higadillos. Eso sí, con la bendición de la santa madre iglesia



Los insurrectos lograron cargarse a Esquilache, pero Carlos III se vengó cumplidamente, sobre todo con los jesuítas. Todos tuvieron que hacer las maletas... ¡con un par!




Ya, ya se que queréis ir al grano, que lo que os interesa son los famosísimos mapas conceptuales, que esperáis con ansia en cada tema... aquí van... hablan de las reformas de Carlos III. Bueno, algunas se quedaron en meros intentos.






Sin embargo, muchas de las reformas fracasaron, por el rechado de la nobleza, del clero (especialmente de los jesuítas)  y también del pueblo, debidamente manipulado por la iglesia en los púlpitos. Si ya lo decía Carlos III...¡son como niños!



Esquilache lo tenía muy claro, y así lo exponía en la "Sociedad de amigos del país", una de las instituciones culturales vanguardistas de la época.





Fuente: Sm

B. El Canal de Castilla

Un sueño de ingeniería



Es uno de los proyectos más relevantes de ingeniería civil de la España Ilustrada, el objetivo principal de su construcción fue servir como vía fluvial de comunicación y transporte que solucionase el problema de aislamiento al que estaba sometida la meseta castellana y leonesa, debido a una orografía complicada y una deficiente y mal conservada red viaria, que dificultaba y hacía casi imposible el transporte de los excedentes agrarios de la región, cereales en su mayoría.

Aunque habían existido antecedentes de proyectos similares en los siglos XVI  y XVII, no sería hasta mediados del siglo XVIII, cuando Fernando VI y su ministro más influyente, el Marqués de la Ensenada, empezaron a pensar en un ambicioso plan para desarrollar la economía de España, plan en el que tendría gran notabilidad las obras públicas relacionadas con la comunicación. El Marqués de la Ensenada propone a Fernando VI la construcción de una red de caminos y canales de navegación pensados para Castilla, al ser, por entonces, la principal productora de cereales. Dos años más tarde, el ingeniero Antonio de Ulloa, presenta el “Proyecto General de los Canales de Navegación y Riego para los Reinos de Castilla y León”  basado en otros trabajos previos del ingeniero francés Carlos Lemaur.

En el proyecto inicial se contemplaban 4 canales, que unirían Segovia con Reinosa, con la intención de, en un futuro, atravesar la cordillera Cantábrica y poder llegar al mar por el puerto de Santander. El Canal del Norte pretendía unir Reinosa (Santander) con el sitio de Calahorra de Ribas (Palencia). De este tramo se llega a construir desde Alar del Rey hasta Calahorra de Ribas. El ramal Canal de Campos, que continuaría desde Calahorra de Ribas (Palencia) por la comarca de Tierra de Campos hasta Medina de Rioseco (Valladolid), se construye en su totalidad. Canal Sur, que tomaría las aguas del Canal de Campos en el sitio conocido como el Serrón (Grijota), para desembocar en el Río Pisuerga en Valladolid, y que también se construye en su totalidad. Y el Canal de Segovia, que uniría Segovia con Villanueva de Duero (Valladolid). Nunca fue realizado......

Las obras de este grandioso proyecto dieron comienzo en julio de 1753 en Calahorra de Ribas, bajo la dirección de Antonio de Ulloa y el ingeniero jefe Carlos Lemaur, en el tramo conocido como Ramal de Campos.  Al año de haberse iniciado se paralizan, reanudándose en el año 1759 desde Alar del Rey, comenzando de esta forma la construcción del Ramal del Norte, siendo finalizadas las obras de este ramal en agosto de 1791. Al año siguiente de la finalización de las obras del Ramal Norte se inicia la navegación en el tramo comprendido entre Paredes de Nava y Alar del Rey, a la vez que se comienzan las obras del Ramal Sur desde El Serrón (Grijota) hacía Valladolid.La Guerra de la Independencia y la posterior etapa de crisis política, económica y social que atravesó España, ocasionaron grandes destrozos en lo ya construido, y obligaron a paralizar las obras en 1804, cerca de Dueñas (Palencia).

El rey Fernando VII, previa visita realizada a las instalaciones del Canal, y viendo que el Erario Público no era capaz de seguir sufragando el coste de dicha obra, dicta, el 10 de septiembre de 1828, una Real Orden para que el proyecto pudiera ser ejecutado por una empresa privada. De esta forma, en 1831 el Estado concede a la “Compañía del Canal de Castilla” la explotación del Canal durante 80 años, una vez finalizadas las obras. A cambio se compromete a finalizar las obras, que tras un nuevo parón, serán finalizadas en 1849, tal como las conocemos en la actualidad ( En 1835 se finaliza el Ramal del Sur con la llegada de las aguas al río Pisuerga a Valladolid, y en 1849 se ve finalizado el Ramal de Campos bajo el reinado de Isabel II ).

En diciembre de 1849 comienza la explotación del Canal de Castilla; navegación, fuerza hidráulica, regadío y pesca por la “Compañía del Canal de Castilla” y un periodo de explotación de  70 años, una vez concluidos estos revertirá de nuevo al Estado, que es quien lo administra desde entonces, dependiendo en la actualidad la gestión y explotación a la Confederación Hidrográfica del Duero. Aunque la navegación comenzó por el ramal Campos-Norte a finales del siglo XVIII, la época de mayor esplendor tuvo lugar una vez concluido todo su recorrido actual, entre los años 1850-1860, cuando las barcas que surcaban el Canal superaban las 350, la mayoría de ellas de propiedad privada.

La apertura de la línea férrea Valladolid-Alar del Rey, con un trazado casi paralelo al del Canal de Castilla, motiva que el Canal de Castilla vea truncada su utilización “como vía de transporte y comunicación”. No obstante su cauce sigue proporcionando otros usos derivados de la fuerza motriz, generando un desarrollo económico e industrial en las localidades por las que discurre y propiciando que nazcan fábricas de papel, harinas, cueros, molinos, armas e incluso astilleros. 
http://www.canaldecastilla.org/content/view/34/52/


Un ingenioso sistema de esclusas permite a las barcazas salvar el desnivel del terreno.

 

Un recorrido en forma de "y" por tierras castellanas


Poco a poco vamos mejorando en esto de las presentaciones. En esta hay inluso  ¡música!
(Imágenes: internet.  Música: Philip Glass y Kronos Group. "The Truman Show")







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