El fracaso parcial del golpe llevó a la división del territorio en dos zonas y al inicio de la guerra:
- En la zona republicana quedaron comprendidas las regiones industriales, y contaba con el trigo en La Mancha y los productos de las huertas levantinas. También pudo disponer de las reservas de oro del Banco de España. Sin embargo, las unidades del ejército quedaron prácticamente desarticuladas. La mayor parte de los oficiales se sublevaron y el propio gobierno disolvió muchas unidades cuya fidelidad era dudosa. La Armada, sin muchos de sus oficiales, y la Aviación permanecieron en manos del gobierno republicano. El golpe y el estallido de la guerra provocaron la destrucción de las estructuras estatales de la II República, y el poder quedó en manos de comités obreros organizados por partidos y sindicatos que no estaban sometidos a ningún tipo de poder centralizado.
- La zona nacional contaba con las reservas de cereal y ganado de Castilla y Galicia y las minas de carbón leonés y de Riotinto en Huelva. Ante todo, tenía un ejército mucho más preparado que contaba con divisiones íntegras en Castilla, Galicia y Andalucía y, sobre todo, con el Ejército de África, la Legión y los Regulares. El poder quedó en manos de un grupo de generales, que, siguiendo las propuestas de Mola, establecieron un estado autoritario y militarizado. En Julio de 1936 se constituyó en Burgos la Junta de Defensa Nacional, presidida por Cabanellas, con el fin de coordinar y unificar la acción de los sublevados.
En los primeros momentos de la guerra hubo una enorme represión en ambos bandos. Las ejecuciones y los asesinatos se extendieron como una pesadilla por todo el país. La represión en la zona nacional se dirigió esencialmente contra los militantes obreros y campesinos, aunque algunos intelectuales, como Federico García Lorca, fueron también víctimas del horror. La represión estuvo bastante organizada y controlada por las autoridades militares. Este hecho no impidió que pistoleros falangistas descontrolados protagonizaran excesos de todo tipo.
Las etapas de la guerra:
- El avance nacionalista y la lucha por Madrid (Julio de 1936- Marzo de 1937)
Un elemento clave para comprender la victoria final de los nacionales fue el "puente aéreo" organizado con aviones alemanes e italianos que permitió el rápido traslado del Ejército de África a la península. Los legionarios y regulares, fuerzas profesionales que superaban con facilidad a las desorganizadas milicias obreras y campesinas, iniciaron un rápido avance hacia Madrid. En el camino, el general Yagüe que mandaba las columnas decidió desviarse hacia Badajoz. La ciudad cayó y se inició una brutal represión que escandalizó al mundo y produjo un gran número de víctimas.
Las tropas continuaron su avance hacia Madrid y antes de alcanzar la capital, Franco decidió desviar de nuevo las tropas para liberar a la guarnición asediada en el Alcázar de Toledo. La "liberación del Alcázar" fue un gran triunfo propagandístico para Franco.
El 18 de octubre de 1936 las fuerzas nacionalistas dirigidas por Varela llegaron a las afueras de Madrid. En noviembre de 1936 se inició la Batalla de Madrid. El 4 de noviembre de 1936 ocuparon Alcorcón, Leganés, Getafe y Cuatro Vientos. La caída de la capital en manos de las tropas rebeldes parecía inminente. El jefe de gobierno Giral fue sustituido por Largo Caballero, quien instaló la sede del gobierno en Valencia. El presidente Azaña se instaló en Barcelona y la capital de España quedó a cargo de la Junta de Defensa de Madrid.
La ausencia del poder central de la República facilitó el control de la situación por parte de las milicias obreras, especialmente en las prisiones. De varias de éllas salieron miles de prisioneros para ser trasladados a Valencia. En el camino fueron asesinados. En Paracuellos del Jarama se manifiesta el horror de la represión en el lado republicano...
Ante la superioridad militar de las fuerzas nacionales, partidos y sindicatos obreros alentaron la movilización del pueblo madrileño para defender su ciudad. El grito de "¡No Pasarán!" se hizo célebre en todo el mundo.
Las Brigadas Internacionales, cuerpo de voluntarios organizados esencialmente por los comunistas; tanques y aviones rusos, la columna del anarquista Durruti etc. llegaron para ayudar en la defensa de la capital. La ciudad fue sometida a bombardeos aéreos por aviones Junker alemanes y se produjeron duros combates en la Casa de Campo, la Ciudad Universitaria y el Puente de los Franceses. Las tropas republicanas consiguieron resistir y, finalmente, Franco ordenó el fin del asalto frontal a la ciudad.
- La Campaña del Norte (Abril- Octubre de 1937)
De la primavera al otoño de 1937, las tropas nacionales conquistaron la zona norte republicana que había quedado aislada del resto del país. Uno tras otro, el País Vasco, Cantabria y Asturias fueron cayendo en manos de Franco. Durante esta campaña tuvo lugar el célebre bombardeo de Guernica. La Legión Cóndor, grupo aéreo alemán enviado por Hitler, bombardeó una ciudad sin interés militar y la arrasó. Este acto, que luego en la segunda guerra mundial se convirtió en rutinario, provocó un escándalo mundial e inspiró a Pablo Picasso en su célebre cuadro “El Guernica”.
Así estaba el mapa de la guerra en Marzo de 1937
La muerte de Mola: un "accidente" oportuno para Franco
Monumento a Mola en Alcocero (Burgos), lugar donde murió |
Durante la campaña vasca, Mola, el único general que podía competir con Franco en el liderazgo del bando nacional, murió en accidente de avión, el 3 de Junio de 1937, tres semanas antes de la entrada de las tropas sublevadas en Bilbao. ¡Qué suerte! el general Franco se quedaba sin competidores para en el mando (Sanjurjo había muerto también en un accidente de aviación). ¿Casualidad?...
Los desencuentros de Mola y Franco parecían evidentes, y se remontaban a la tardanza de este último en unirse al golpe, provocando el retraso de toda la operación. Después parece que tarifaron por otros aspectos, como el bombardeo de Guernica (dicen que a Mola no le pareció bien), y la forma en que Franco se hizo con el poder civil y militar, en contra de los planes iniciales de Mola. En fin, sea como sea, la muerte del general facilitó mucho las cosas para Franco, quien a partir de ahora ya no temía tropiezos en su ascenso hacia el "poder único".
Tratando de distraer fuerzas nacionalistas de la campaña del norte, los republicanos organizaron la ofensiva de Brunete cerca de Madrid. El fracaso fue total y finalmente las tropas franquistas tomaron todo el norte del país.La conquista del norte tuvo graves consecuencias para la República. No sólo perdieron las minas de carbón y hierro de la zona, sino que, en adelante, los franquistas pudieron concentrar todas sus tropas en el frente del este y sur.
Negrín sustituyó, en Mayo de 1937, a Largo Caballero como jefe de gobierno, e intentó reorganizar la situación política y militar, imponiendo una autoridad fuerte.Su primer acto político será la publicación de su programa político, los famosos "Trece Puntos", que concretarán los objetivos por los cuales se continuará la lucha y sobre los cuales podrá establecerse un principio de acuerdo con los nacionales.
En el verano de 1937 el gobierno republicano decide plantear una ofensiva en Aragón. Belchite se convierte en un símbolo de la guerra, por la resistencia feroz de los nacionales y el envite del ejército republicano. La conquista de este pueblo, restó fierzas para la conquista de Zaragoza, y empujó a las tropas nacionales hacia el Mediterráneo. El pueblo quedó absolutamente en ruinas. Franco jamás permitió su reconstrucción. Hoy se mantiene como símbolo de la sinrazón.
- El frente Este: de Teruel a la batalla del Ebro (Octubre de 1937- Abril de 1939)
En diciembre de 1937, tuvo lugar una ofensiva republicana en Teruel. Las condiciones climáticas marcaron una ofensiva que finalmente fracasó.
Tras asegurar el dominio de Teruel, Franco lanzó un ataque general en Aragón. El éxito fue fulgurante y el 15 de abril de 1938 las tropas nacionales llegaron a Vinaroz en el Mediterráneo. La zona republicana quedó partida en dos.
Tras asegurar el dominio de Teruel, Franco lanzó un ataque general en Aragón. El éxito fue fulgurante y el 15 de abril de 1938 las tropas nacionales llegaron a Vinaroz en el Mediterráneo. La zona republicana quedó partida en dos.
"El Verdun español": la Batalla del Ebro
La última gran ofensiva republicana dio lugar a la Batalla del Ebro en julio de 1938. Con más de 100.000 muertos, esta fue la más cruenta de las batallas de la guerra civil y agotó definitivamente la moral y las reservas republicanas.
¡Ay Carmela! es una de esas canciones de la guerra que remueven lo más profundo de nuestros sentimientos. Su letra habla del esfuerzo del ejército republicano en el Ebro.
Allí, en Gandesa, algún soldado debió decirle a una mujer...
Tras la victoria en el frente del Ebro, las tropas nacionales no encontraron ningún obstáculo importante para llegar a Barcelona. Cataluña caía y con élla las esperanzas de ganar la guerra por parte de los republicanos.
Ante la inminente derrota, las divisiones internas se hicieron aún más profundas en el bando republicano. El gobierno de Negrín, con el apoyo de los comunistas y parte de los socialistas, proponía la resistencia a ultranza. El objetivo era que el conflicto español quedara integrado en la inminente guerra europea y mundial que todo el mundo veía venir. De esa manera, la República española encontraría aliados que le permitirían cambiar el signo de la guerra.
Contra esta posición, y defendiendo la negociación de la derrota con Franco, el coronel Casado dio un golpe contra el gobierno de Negrín. Pese a las propuestas de negociación de Casado, Franco exigió la rendición incondicional. El 28 de marzo, las tropas franquistas entraron en Madrid .
Así lo vieron los ojos de los vencedores
Tras la entrada en Madrid, el 1 de Abril se hacía público el último parte de guerra.
Así lo vieron los vencidos
Una larga dictadura vino a sustituir el intento democrático de la segunda república.
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