Un sistema circunscrito exclusivamente a los dos partidos liberales, dejaba fuera del mismo a un amplio sector político y social del país. Carlistas, republicanos, nacionalistas y regionalistas vivían al margen de un sistemapolítico en el que no tenían cabida. A ellos se unía el, cada vez más organizado, movimiento obrero.
Los republicanos
El nacimiento de los nacionalismos. El regionalismo
A finales del siglo XIX aparecen en España una serie de
movimientos regionalistas y nacionalistas frente al Estado centralista de la
Restauración.
El regionalismo es un fenómeno dual con una vertiente
cultural y una vertiente política:
- Vertiente cultural. Es un movimiento que exalta las tradiciones y las peculiaridades históricas de determinadas regiones.
- Vertiente política. Desde fines del siglo XIX en algunas regiones, como Cataluña, País Vasco o Galicia se pone especial énfasis en la vertiente política. En estos casos el regionalismo deriva en nacionalismo, es decir, en la consideración de que una determinada región constituye una nación, frente a la naturaleza unitaria del Estado central, todo ello en base a la conciencia de una misma lengua, historia y un pasado común y se llega, en estos casos, a pedir autonomía política para una región o incluso la independencia.
Las causas generales que inspiraron estos movimientos fueron:
- La oposición al Estado centralista de la Restauración.
- El fracaso de la Revolución industrial: en Cataluña y el País Vasco la burguesía exige medidas proteccionistas para hacer frente a la competencia exterior.
Cataluña:
NOTA: Valentí Almirall fundó Centre Catalá en 1882 |
El regionalismo tiene otros planteamientos
El movimiento obrero
El
movimiento obrero inició su reorganización en
tomo a dos corrientes: la anarquista y la
marxista; esta última, que propugnaba la participación obrera en la acción
política, fundará en 1879 el Partido Socialista Obrero Español (P.S.O.E.), como un
partido de masas con un programa que perseguía la conquista del poder político
por la clase obrera para abolir la propiedad privada y la sociedad de clases, incluyendo una larga lista de
reivindicaciones políticas y socio-laborales. En cualquier caso, no tendrá mayor incidencia política durante esta
etapa.
La influencia del anarquismo y el socialismo marxista se "repartió" la geografía proletaria española
Las diferencias entre una y otra corriente eran claras
Este era pues, el panorama político español de finales del Siglo XIX
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