Concluida la rápida conquista peninsular, los musulmanes Iniciaron la organización del territorio, primero bajo dependencia de Damasco, después bajo la dependencia religiosa de Bagdad, y por último, de forma totalmente independiente tras proclamarse califa Abderramán III.
En un principio, los musulmanes organizaron el territorio peninsular como una provincia más del Imperio islámico y AI- Ándalus pasó a estar gobernada por un emir, delegado del califa de Damasco. Con la proclamación del emirato independiente, el emir pasó a ser la máxima figura política de AI-Ándalus, aunque se mantenía un reconocimiento tácito de la autoridad religiosa del califa. Esta situación se mantuvo hasta el ascenso de Abd al-Rahman III, quien se proclamó califa y pasó a ejercer no solo un poder político absoluto, sino que se convirtió en el máximo jefe espiritual de la comunidad musulmana.
Organización política de Al-Ándalus |
El Islam se extiende por la península Arábiga, Asia central y norte de África hasta llegar a la península Ibérica; difunde la cultura árabe y al tiempo asimila las características culturales de los pueblos que conquista. Al-Ándalus, por su carácter fronterizo dentro del mundo islámico, presenta unos rasgos sociales y culturales propios, donde se mezclan la influencia oriental, los rasgos occidentales y las peculiaridades indígenas. Ejerce gran influencia sobre sus vecinos cristianos del norte.
Sobre la economía
La sociedad presenta una gran diversidad étnica y religiosa. Por debajo de las diferencias religiosas (musulmanes, judíos, cristianos) hay diferencias étnicas (árabes, bereberes, sirios, eslavos, judíos, hispanogodos) y ambas explican las diferencias económicas entre grupos de la pirámide social.
La sociedad andalusí tiene un elevado grado de urbanización. En sus ciudades habita mayor número de población que en las de la Europa cristiana. Se comunican entre sí a través de las antiguas calzadas romanas, y sobre todo por mar a través de los puertos. Las ciudades tienen una triple función: Son centros administrativos, políticos, judiciales y religiosos, en ellas residen los delegados del poder central (gobernadores y cadis). Son centros de intercambio de productos e información dentro de una economía internacional. Sirven de mercado local permanente de los productos agropecuarios de su entorno y centros de actividad artesanal.
En estas ciudades se diferencia varias zonas: La medina: es el núcleo de la ciudad, de plano irregular, con calles estrechas y sinuosas, rodeada por una muralla con puertas que se cierran por la noche, dentro se encuentra el zoco, los alcázares, la mezquita principal (aljama), y varios barrios. Las grandes ciudades como Córdoba disponían de fuentes, baños públicos, jardines y alcantarillado. Los barrios exteriores o arrabales, habitados por menestrales y personas de otras etnias (judíos y mozárabes), disponían de sus propias murallas, mezquitas y mercados. En Córdoba estos barrios fueron focos de revueltas.
El legado cultural de Al-Ándalus
El Islam, en su expansión, toma y mezcla sabiamente elementos de las diferentes civilizaciones y culturas con las que entra en contacto. Asimila el mundo clásico a través de la cultura bizantina e incorpora conocimientos científicos y técnicos de países tan lejanos como China, India o Persia (el papel, la brújula, la pólvora, los números arábigos, conocimientos astronómicos, químicos y médicos), transmitiendo estos conocimientos a la Europa Medieval a través de Al-Ándalus.
Estos contactos fueron más intensos durante el califato de Alhakam II. En las bibliotecas de los emires y califas de Córdoba se guardaba buena parte de los conocimientos de la cultura persa y grecorromana. La vida intelectual y cultural de Al-Andalus alcanza altos niveles de desarrollo respecto a la Europa medieval y al mundo islámico.
La cultura andalusí va adquiriendo una originalidad importante a medida que se desarrolla, sobre todo en el periodo de los reinos de taifas (S XI-XIII). Los reyezuelos de las taifas protegen la cultura y compiten entre ellos como mecenas de las artes y de las ciencias, en medio de un clima de libertad intelectual. Las invasiones norteafricanas y la ocupación cristiana de estos reinos de taifas provocarán el exilio de numerosos intelectuales.
Aunque no constituye un epígrafe fundamental del tema, es interesante que le prestéis un poco de atención. Ya sabéis que hay dos tipos fundamentales de construcciones: la mezquita y el palacio. Como mezquitas destacamos la de Córdoba y la de Toledo (actualmente denominada "cristo de la luz"), y como palacios Madinat-al-Zahra, la Aljafería de Zaragoza y la Alhambra de Granada sobre todo.
Comenzamos con la Mezquita...
Este vídeo presenta una visión interesante del mihrab de la mezquita de Córdoba en 3D (Haced clic sobre la imagen y el vídeo se activará )
El paraíso en la tierra...La Alhambra de Granada...
Este otro os presenta toda la belleza de la alhambra, en un montaje de imágenes y música (casi casi tan bueno como el mío, que vísteis en clase...)
(Haced clic sobre la imagen y el vídeo se activará )
Este otro os presenta toda la belleza de la alhambra, en un montaje de imágenes y música (casi casi tan bueno como el mío, que vísteis en clase...)
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Y para terminar la música. Situaros en los frondosos jardines de la Alhambra, acomodaros en los cojines dispuestos en el suelo, serviros un oloroso te con hierbabuena y... dejaros llevar por el dulce y sensual canto...
Fijando ideas
Guadalupe en los apuntes del tema sobre la organizacion territorial del estado musulmán hay una distinción entre las coras y las marcas.¿Las marcas son un tipo de coras o no estan incluidas dentro?
ResponderEliminarLas marcas son las coras fronterizas (Merida, Toledo, Zaragoza)con los cristianos.
ResponderEliminarGuadalupe ¿Quién ostenta el poder judicial durante el emirato dependiente e independiente si se juzga apartir del Coran?
ResponderEliminarEl emir y los cadís. Ellos juzgan utilizando como referencia la ley islámica.
ResponderEliminarGuadalupe ¿Los parias los pagaban tanto los creyentes como los no creyentes al igual que la al gabala ?
ResponderEliminarLos parias los pagaba el estado, es decir, el reino cristiano al emirato o califato y el reino musulmán al reino cristiano, respectivamente. No era un tributo personal, sino del Estado
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