La reflexión de uno de sus protagonistas
"Nunca ha sabido nadie ni ha podido predecir nadie lo que se funda con una guerra; ¡nunca! Las guerras, y sobre todo las guerras civiles, se promueven o se desencadenan con estos propósitos, hasta donde llega la agudeza, el ingenio o el talento de las personas; pero jamás en ninguna guerra se ha podido descubrir desde el primer día cuáles van a ser sus profundas repercusiones en el orden social y en el orden político y en la vida moral…" (M. Azaña)
La imagen de horror
"Guernica" Pablo Picasso |
A propósitos de las causas
Lo que en principio se preveía como un golpe militar para acabar con el gobierno del Frente Popular, se convirtió en una larga y cruenta guerra con terribles secuelas de todo tipo. La guerra española no es sólo un hito en la historia interna del país, sino que es también un acontecimiento mundial en torno al cual, y al apoyo de cada uno de los bandos, se polarizó la opinión pública mundial y la actitud de las potencias. En un contexto de consolidación de las dictaduras fascistas en Alemania e Italia, así como del régimen estalinista en la U.R.S.S., la que se llamó Guerra de España se convirtió en un pulso internacional entre los dos grandes modelos que estaban en juego: el democrático y el autoritario. Durante tres años, el mundo entero vivió pendiente de la dramática guerra española, consciente de que allí se estaba jugando algo más que el resultado de una lucha civil.
Las causas de esta tragedia son varias y arrancan mucho antes del golpe de estado del 18 de Julio:
- Causas estructurales
- Agudización de la lucha de clases, especialmente a partir de la crisis de 1917.
- Problema religioso, que subyace desde el siglo XIX, y que nadie parece querer plantear en términos de acuerdo y conciliación.
- El conflicto nacionalista, planteado desde finales del siglo XIX, encontró en el régimen republicano un encaje que disgustaba a sectores conservadores y militares que lo identificaban con la disgregación de la unidad patria.
- La coyuntura económica depresiva de los años treinta, que contribuyó a agudizar las tensiones sociales.
- La crisis de las democracias y el auge de los totalitarismos del periodo de entreguerras, con la dialéctica política entre fascismo y comunismo.
- El aumento, a derecha e izquierda, de las deslealtades para con el régimen republicano a la par que se polariza social y políticamente el país.
- Fracaso de las reformas, especialmente la reforma agraria, que radicalizaron al movimiento obrero, y soliviantaron a la oligarquía terrateniente. La política de secularización de la sociedad y la legislación contra la iglesia católica, fue considerada por ésta como una agresión "atea". Esto posicionará a la iglesia del lado del golpismo.
- Los movimientos violentos contra la República, protagonizados tanto por la extrema derecha (Sanjurjada) como por la izquierda radical (insurrección de Octubre de 1934), así como las continuas huelgas revolucionarias llevadas a cabo por iniciativa sindical, especialmente de los anarquistas.
- La radicalización que tras los sucesos de Octubre de 1934 sufre la sociedad española, y que llega a su culmen en la primavera de 1936.
- La causa directa y fundamental: El golpe de Estado de Julio de 1936, protagonizado por Franco, Mola y otros generales, y apoyado por buena parte del clero y la oligarquía.
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