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lunes, 18 de octubre de 2010

Tema 2. La Península Ibérica en la Edad Media: Al-Ándalus (S. VIII al XIII)

II. La crisis del siglo XI: reinos de taifas e imperios africanos

La política militarista de Almanzor generó problemas económicos, debido al elevado coste del mantenimiento de un ejército profesional, y problemas de autoridad, pues sólo la figura de Almanzor y las continuas victorias hacían posible el equilibrio entre los clanes de árabes, eslavos y bereberes. Así se demostró cuando a Almanzor lo sucedió su hijo mayor (Abd al-Malik), que fue incapaz de mantener la autoridad. Tras la muerte prematura de este accedió al poder el segundo hijo de Almanzor (Abd al-Rahman “Sanchuelo”), quien se autoproclamó califa.
La aristocracia árabe se levantó contra el  poder del nuevo califa, y los otros clanes (eslavos y bereberes) buscaron el apoyo de los reinos cristianos en sus enfrentamientos con los árabes que monopolizaban el poder. Así se iniciaba la ingerencia de los reinos cristianos en la política interna de Al-Andalus. A partir de ese momento los califas se sucedieron, mientras su autoridad iba disminuyendo a manos de la aristocracia.


En el año 1031 el Califato de Córdoba quedó fragmentado en pequeños reinos independientes (27) conocidos como reinos taifas o taifas, con menor poder económico y militar, y frecuentemente enfrentados entre sí. Eso favoreció el avance de los reinos cristianos (Reconquista). La amenaza militar y la imposición de parias por parte de los reinos cristianos acentuaron su debilidad política.

Tras la conquista de Toledo (1085) por parte de Alfonso VI de Castilla y León, los reinos taifas pidieron ayuda a un poder norteafricano formado por una confederación de tribus bereberes, los almorávides. Éstos llegaron en 1086, derrotaron a Alfonso VI, recuperaron Valencia y frenaron el avance reconquistador. A partir de 1094 unificaron Al-Andalus e impusieron guarniciones militares en casi todas las ciudades.



Hacia 1140 el poder almorávide se desintegró ante el empuje de un nuevo imperio norteafricano, los almohades. El vacío de poder dejado por los almorávides en la Península Ibérica dio paso a unas segundas taifas (1144-1170). En ese periodo los almohades ya estaban en la Península tratando de controlar Al-Andalus. En 1195, con la batalla de Alarcos los almohades se hicieron con el control de Al-Andalus. Dominaron todas las ciudades hasta que una coalición de los reinos cristianos del norte, los derrotó definitivamente en la batalla de las Navas de Tolosa (1212).




A partir de 1212 se iniciaron unas terceras taifas, caracterizadas por la construcción de grandes reinos musulmanes. Sin embargo, en muy pocos años, de 1212 a 1262, los cristianos acabaron con todos los reinos de taifas menos Granada que,  convertido en un reino feudatario de Castilla, permaneció hasta 1492 en que fue conquistado por los RR.CC.








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4 comentarios:

  1. Tras la conquista de Toledo por parte de Alfonso VI, ¿volvió en algún momento a ser controlado por los musulmanes? Gracias.

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  2. Guadalupe, ¿Se puede llamar golpe de estado a la conspiración de los Abbasidas contra los Omeya? Y otra cosa más, la llegada de los soldados sirios para enfocar las revueltas internas entre bereberes y árabes, ¿incrementaron los conflictos internos al quedarse con más tierras? Gracias.

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    1. En realidad eran conspiraciones palaciegas, en las que los miembros de una familia, o la misma familia, asesinan a sus contrarios "enemigos". En realidad claro que se trata de un golpe de estado.
      Los sirios forman parte de la guardia personal del emir. Los conflictos se generan porque los bereberes no tienen acceso a parcelas de poder en Córdoba. Una manera de neutralizarlos será incorporarlos al ejército.

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